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La Educación Superior se enfrenta a una serie de desafíos en un mundo que se transforma, por ello debe revisar su misión y redefinir muchas de sus tareas sustantivas, en especial aquellas que se relacionen con las necesidades de la sociedad en materia de aprendizaje y superación continua. Un punto clave en su misión está dirigido a destacar las tareas de las universidades. Se requiere llevar a cabo esfuerzos para elevar la formación pedagógica de los profesores, lo cual tributará en una mejor preparación de los egresados universitarios. La actividad del profesor ha sido y seguirá siendo un aspecto de estudio de la Didáctica cada vez es más evidente su papel de facilitador en la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje y en la educación en general. La mejora de la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje pasa necesariamente por la transformación del pensamiento y de los sentimientos de los profesores, para ello la Educación Superior necesita de la calidad del personal docente, de los programas y de los estudiantes, de las infraestructuras y del ambiente universitario. Para que las Universidades en Panamá pueda cumplir sus tareas académicas, laborales e investigativas requiere de profesores preparados, que no sólo sepan el contenido científico, sino que sepan enseñar lo que necesita la sociedad, de aquí la necesidad de que en la universidad se enseñe a los profesores a educar, para que los estudiantes aprendan a aprender. Una de las prioridades de las entidades educativas es priorizar la necesidad de mejorar sustancialmente todo lo relativo a la capacitación y profesionalismo de los docentes de Educación Superior. Se trata del reconocimiento del importantísimo lugar que los educadores tienen en el logro de procesos de transformación del sistema con mayor calidad, pertinencia y equidad. Existe en toda la sociedad, un reconocido consenso de la necesidad de mejorar la calidad de la formación y capacitación de nuestros docentes.
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Panamá es un país relativamente pequeño y diverso. Su población alcanza 2.7 millones de habitantes, distribuidos en un territorio de 77,082 km2 y una densidad poblacional de 36.8 habitantes por kilómetro cuadrado. Un poco más de la mitad de su población (1.6 millones) reside en el área urbana y el resto es rural. La Provincia de Panamá, concentra el 48.6% del total de los habitantes del país. Su estructura demográfica indica que esta población es predominantemente joven con una ligera tendencia a envejecer. Alrededor de una de cada tres personas tiene actualmente menos de 15 años de edad (31.2%) y dos terceras partes (63.1%) se ubican en el grupo de 15 a 64 años. Hacia el año 2015, se proyecta una población potencialmente activa (15 a 64 años) de 2.3 millones, lo cual representará el 67.3% del total de habitantes del país. Dentro de ese grupo de edad, un segmento importante de la población demandante potencial de educación superior (20-24 años) está representada en el año 2000 por 254,773 habitantes. Este segmento, según las proyecciones de Contraloría General de la República alcanzará 287,577 habitantes en el año 2,015. Podemos concluir el diagnostico manifestando que la profesión docente está siendo sometida en la actualidad a un conjunto amplio de presiones, que reclaman una construcción de su identidad y desempeño más compleja y con más tareas y responsabilidades, así como una implicación personal y profesional que, a todas luces, es más extensa e intensa. Es evidente entonces que los nuevos escenarios escolares promueven desafíos que suponen la profesionalización de quienes trabajan la educación. En este sentido, mejorar la calidad y la motivación de los docentes debe ser una de las prioridades de la agenda educativa. Por lo tanto la capacitación y profesionalización de los docentes se presentan en primera orden ya que el problema que más preocupa a las autoridades es la baja calidad de la educación y en consecuencia, el producto que el Sistema Educativo está entregando a la sociedad, el cual, a su vez, aporta los valores culturales, éticos, políticos y científicos que deben incorporarse en la formación del ciudadano. La simbiosis Sociedad - Escuela, Democracia - Educación quedan así, finalmente ligados al servicio de la reconstrucción moral y ética de la población, promoviendo la plena realización humana.
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